Creernos lo que quizá no seremos nunca. Tener la familia que nunca crearemos, los amigos que nunca conoceremos, vivir la vida que soñamos, emocionarnos como solo se ve en una escena de película, ver colores, oler olores y tocar pieles que no existen. Follar con ángeles y fuegos artificiales y trompetas celestiales saliéndonos de las sienes. Desear ser, creernos que.

Por ahí más o menos nos ataca la publi  “aspiracional”… o es inspiracional? NO, mentira. Es aspiracional clarísimamente. Me visto de inspiración, de motivación, pero realmente te estoy golpeando en tu hígado, en tu corazón, en tu realidad, te estoy diciendo lo que quieres ser, lo que quieres sentir, cómo quieres follar. Te estoy vendiendo algo, no nos engañemos. Y estoy excluyendo a aquellos que no les interesa lo que te vendo a ti y los que son como tú, los que entendéis de qué mierda hablo.

Los anuncios aspiracionales para gente inteligente y cool hacen furor. No estoy hablando de la familia perfecta al calor del hogar de Endesa… no. Estoy hablando de iPad Air, de Voll Damm, de White Label, Mercedes-Benz, ING Direct, Reale Seguros. Y el post de Isusko me ha “inspirado” para hablar de ellos.

Yo, cuando veo un anuncio de éstos, lo primero que pienso (y que digo) es “qué hijos de puta”. Así. ¿Que por qué? Hombre, pues por su fino aguijón teledirigido, por la elección de los “prescriptores” (¿¡Bukowski!? ¿¡Whitman!? ¿¡Bob!? ¿¿¡¡Perdona!!??) por su rotundidad, por su claim afilado y por su producción impecable, por su sagacidad, por la música ultra certera (¿¡The National!? cabronazos), porque me han dado donde me duele, porque sé que le han dado donde le duele a muchísima gente, porque imagino las sonrisas y el silencio triunfal de sus creativos y de sus clientes tras el visionado en la agencia, porque sé que conseguirán su objetivo. Inquietarnos, motivarnos y, con un poco de suerte, hacernos reaccionar en la dirección adecuada. Salir pitando a saborear un whisky, a la Fnac a por una tablet, o a cambiarnos de banco firmando con arrogancia la cancelación con el viejo.

Ya no hablamos de aquel mítico “¿Te gusta conducir?”. No, ahora la cosa va muchísimo más allá. Es mucho más trascendente. Ahora o eres auténtico, o no lo eres. Da igual lo que conduzcas, lo que bebas, los kilómetros que corras, la espesura de tu barba. Ahora estamos hablando de tu esencia humana y tu relación con la vida. ¿Cómo te entiendes con ella? ¿A ratos?¿A medias? Pues este anuncio, este producto, NO ES PARA TI. Nosotros le estamos hablando a la gente que está por encima del rebaño pero de verdad. Gente que VIVE, que AMA, que SE EMOCIONA. Gente con conexiones directas con la luz y la energía y la iluminación. Los elegidos.

…que no te pille un anuncio de éstos en un día de bajón. Los carga el diablo, y no es broma.