Os quiero recomendar una peli que ahora mismo está en el candelabro porque su director, Fernando Franco, acaba de ganar el Goya al mejor director novel, y su prota, Marian Álvarez, el de mejor actriz protagonista. Ambos, merecidos no, lo siguiente. Son los dos Goyas que tenía que llevarse la película, en mi opinión. Estaba nominado también el montaje (un beso para David Pinillos), mejor guión original, mejor sonido y mejor película (no pasa nada Fer, éste ya te lo llevarás). AHÍ ES NADA.

Yo no soy muy de Goyas ni de Oscars ni de premios oficiales, porque nunca terminan de ser justos (generalmente con el que no ha ganado) y creo que el premio ya se lo llevan los que han hecho posible la película, simplemente por el hecho de hacer posible la película. Luego, el juzgar tiene fronteras gaussianas…

Pero bueno, independientemente, me alegro muchísimo, por la parte que me toca, de que La Herida (utilizo el título para referirme a todo ese equipazo)  haya triunfado, además de los premios y nominaciones y demás que ha ido recogiendo por aquí y por allá.

La Herida NO ES PARA TODOS LOS PÚBLICOS, como suele ser habitual en las películas güenas. Ni es fácil, ni es agradable, ni es entretenida, ni tiene moralina, ni es recomendable para una primera cita. Es dura, es intensa, es difícil, es desgarradora, es intrusiva, es angustiosa, es soberanamente emocional, es muy muy real, es subjetiva, y sí, es BONITA, qué cojones. No bonita en plan Amélie, si no bonita en plan “c’est la vie”. Lo dulce, lo pone la mirada de Ana (S O B E R B I A Marian Álvarez). Lo amargo, su maridaje con el contexto. Con el momento, con la gente, con el sitio. Y en esa mezcla, dura, decepcionante, desconcertante, nos podemos ver todos reflejados. Alguno dirá que no. Vale listo, pues tu no. Pero yo creo que, aunque se presupone una patología con nombre-y-apellido, lo que Ana nos transmite (y con Ana, la fotografía, la dirección , el guión y toda la mandanga) lo hemos vivido muchos en algún momento, largo o corto.Y si no, al tiempo. Para mí, no se trata de otra cosa que soledad. La soledad con mayúsculas (y no lo pongo en mayúsculas porque acojona mucho), la soledad cuando es indefensión, cuando es intemperie húmeda y heladora, cuando pierdes completamente el control… y eso te convierte en alguien débil y expuesto. Si hay entre el público alguien que no se haya sentido así nunca, que le den definitivamente por el culo.

Para mi esta peli  está super bien llevada, una cámara que sigue, se adentra y acompaña a la prota TODO EL RATO, y que consigue su objetivo: Habrá a quien le haya parecido insufrible, a mi me parece que realmente consigue que empatices con Ana. De lo que se trataba, supongo. La foto, la música (y la ausencia de ella), TODOS los actores (Manolo Solo, mezcla perfecta entre ternura y mirachatatúmisma), la sensibilidad de Fernando Franco, las luces y las sobras de este trozo de vida de 95 minutos, a mí, me han conmovido, me han removido y me han convencido a nivel más racional (por si alguien ya iba a tacharme de exageradamente visceral).

Así que, en definitiva, recomiendo La Herida no por peliculón, si no por pedazo de película.